En la tarde del 10 de diciembre de 2012 tuve el honor de impartir la Clase Magistral en el acto de Graduación de la IV Promoción de T.S.U. en Turismo y II Promoción de Licenciados en Educación Integral de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Nacional UNEFA. El tema escogido fue la Independencia Integral. En este texto resumo y amplío algunos detalles del discurso en honor a estos nuevos profesionales egresados de UNEFA con el tema:
Nuestro discurso estuvo orientado a presentar una visión estratégica de la Historia. Comentábamos que el Presidente Chávez había repetido en múltiples oportunidades la idea de alcanzar una independencia integral y que, esta referencia provenía de la visión de un hombre con formación de estratega y con estudios de maestría a nivel de ciencias políticas, pero sobre todo la de un lector apasionado de la historia.
Eloy Reverón, Escuela de Historia, UCV, 2012 |
Desde la perspectiva del suscrito, formado en la Escuela de Historia de la U.C.V., y con estudios de maestría en el área de las Relaciones Internacionales y en Seguridad y Defensa: aquella perspectiva de la historia científica, impregnada de la experiencia laboral en Cancillería y abonada en el Instituto de Altos Estudios de la Seguridad y Defensa Nacional (IAEDEN) habían abonado en mis escritos, una visión estratégica de la Historia.
Desde nuestra perspectiva, queda la necesidad de comunicarle al resto de los compatriotas la inquietud que genera una realidad concreta: la visión generalizada de la historia que tiene el común de los venezolanos, es una visión romántica, desligada de la realidad social del presente, y muy lejos de imaginar que una visión estratégica está ligada al cambio social, al alcance de lo que los revolucionarios modernos llamaron la práxis histórica, vale decir, la historia como referencia socio económica real para la búsqueda de una sociedad más justa, equitativa donde prevalezca la idea de la mayor suma de felicidad posible.
Con esta imagen que precede adelantamos la relación que establecimos entre la Independencia Integral, ya como concepto teórico o explicativo de la Historia y la realidad histórica del presente donde estamos involucrados con cinco grandes objetivos históricos, cuya historicidad no fue sacada del pumpá de un mago, sino desde un arraigo histórico, donde el pasado y el presente pertenecen a una misma dimensión (física cuántica).
Al considerar la relatividad del espacio
tiempo histórico nos situamos a los períodos históricos, personajes y hechos en
constante relación nos viene la idea de una telaraña, que les permite a todos
mantenerse en constante relación, esa sería la actitud arácnida del
investigador estratega.
El tema comenzó con la idea de que una visión estratégica de la historia tendía asomarse a la realidad histórica como quien se enfrenta a una inmensa tela de araña. Una red, hoy día es más fácil imaginar a que me refería porque contamos con una red que ilustra mejor esa idea, el Internet.
La historicidad de la Independencia integral está en el mismo orden que los cinco grandes objetivos históricos. El tiempo de la realidad histórica se encuentra con el presente donde se elaboran los planes para los cambios que buscamos. Medir o proyectar nuestras potencialidades individuales y como grupo organizado para llevar la historia hacia esa mayor suma de felicidad posible traducida en términos actuales, justicia social, necesidades satisfechas, una vida segura y placentera porque sabes que cuando llegues a viejo el sistema no te va a echar a la basura porque no le resultas productivo. La historicidad de la independencia integral se manifiesta donde el tiempo pasado, presente y futuro están integrados en su totalidad.
El primer elemento de esta visión estratégica es que vemos la historia desde una perspectiva espacio temporal relativa. Me refería a la Teoría de la Relatividad del Espacio Tiempo Histórico, formulada por un discípulo peruano de Carlos Kautsky (1854 1938)
En esta dimensión física de la Historia el tiempo histórico es uno, todo está relacionado con todo, y el espacio no está limitado por los linderos trazados por la concepción epistemológica de dominación colonial. Nuestra Historia no comienza cuando Colón toca la costa venezolana, o cuando Alonso de Ojeda anota su visión despectiva de Venecia en los palafitos de Coquivacoa.
La pregunta histórica más famosa de la historia escolar, repuesta exclamada cuando algo resulta demasiado obvio, !Colón descubrió América! No, para la historia estratégica eso no cuenta, lo relevante es porqué dicen que descubrió América. Hicimos mención al viaje de los chinos en 1420, los vikingos, el lugar secreto de las minas del Rey Salomón.
Dijimos que el cronista Rafael Espinosa había encontrado testimonios de la presencia de los fenicios en la costa del lago de Maracaibo, pero que al Cronista de la Periferia no prestaban tanta atención como a los archivos históricos de España.
Me referí a los archivos de la familia Medina Sidonia, donde estaban registrados los viajes que hacían los barcos de aquellos duques a esta región tan cercana del África occidental que solía ser confundida con este continente, me refiero a la ruta de los marinos del Imperio de Fez, que toca la punta de Recife en Brasil.
Lo que quise dejar sobre el tema es la idea de que para una independencia Integral es necesario colocarse ante la red como la araña, y no como el insecto, a riesgo de terminar enredado como quien se acerca a la historia vista por trozos (períodos desvinculados) desvinculados de la totalidad.
Al llegar al tema de la totalidad fue donde comenzó la relación de las aventuras de Miranda en contraste con una Historia que trasciende el cuento, lo meramente episódico para darle a una visión estratégica. La visión que del mundo se forjó Miranda. Es desde su propia historicidad de donde parte un gran objetivo histórico al cual hacemos referencia en la imagen que precede. Miranda fue el primero en emplear el término nuestra América popularizado por los cultores de Martí. En en ese documento del Manifiesto de Coro, donde también propone de la unión cívico militar y la valoración de los seres humanos por sus virtudes, por sobre su condición racial o económica. Los escritores influenciados por la epistemología de la dominación lo ven como un precursor de algo que diseñó e inició en dos momentos históricos diferentes. Miranda concebía a nuestra América como a los Estados Unidos del Sur. La potencia que haría equilibrio al potencial del norte anglosajón, en cuya guerra de independencia participó militarmente. La historicidad de un objetivo político adquiere significado en la idea de salir del provincianismo mental del que pudo salir Miranda en su visión liberadora de la historia y del conocimiento.
Es así como podemos apreciar la historicidad de un objetivo político desde una visión estratégica donde la política es geográfica, estratégica e histórica, vale decir una visión estratégica de la historia que nos lleva al gran objetivo histórico de un proceso de resistencia liberadora que comienza en el mismo espacio y tiempo cuando se inicia el primer establecimiento o base de operaciones militares de este tiempo espacio histórico la ecuación dialéctica de la dominación resistencia liberación.
Centramos nuestra atención en este espacio geográfico de vital importancia geopolítica porque cabría suponer que había un proceso de dominación inteligentemente articulado desde la entelequia hispana que se abría paso hacia la modernidad hegemónica. Al colocar este espacio en su dimensión histórica dimos cuenta de que llegaron estableciendo la expansión geográfica de su cosmovisión eurocéntrica representada con los cuatros símbolos que entre otras cosas representan lo que el filósofo venezolano, el doctor José Manuel Briceño Guerrero llamó Principios de la cosmovisión de Europa.
Lo que queremos dejar expreso es la idea de que cuando esos principios de la cosmovisión eurocéntrica entran en relación de dominio durante la expansión geográfica de esa cultura a este extremo periférico del mundo.
Europa deja de pertenecer a la periferia para comenzar a encontrar el financiamiento para armar los astilleros conque detuvieron el avance de los otomanos en Lepanto, la batalla donde perdiera el brazo el célebre escritor de Don Quijote, fue financiado con oro saqueado de los tesoros aztecas.
La reflexión geopolítica que sobresale de esta visión estratégica de la Historia que quedó en el aire es si España estableció sistemáticamente unos movimientos tácticos tan precisos y demasiado racionales para una cultura que confundía molinos de vientos con dragones, ¿Cómo es posible que descuidara su base de operaciones inicial? Dijimos que hubo discontinuidad en la ejecución de las políticas públicas. Pero solo con una visión estratégica de la Historia podemos precisar, que un mal movimiento táctico que abandona la política inicial de conquista para el dominio, dejando a Quisqueya, bautizada en sentido posesivo como La Española, convirtiéndola en Santo Domingo, dejándola a merced de los franceses que la llevaron a la de Saint Dominique, terminando en Haití y República Dominicana. La importancia geopolítica de esta pequeña porción de tierra rodeada de agua tuvo para la conformación del imperio napoleónico como factor dinámico para la desmembración del Imperio español en América, o como diríamos desde la periferia expresada por Miranda, desde nuestra América. Miranda y luego Bolívar encontraron en Haití el apoyo logístico, material y económico en su lucha por la liberación.
Pérdida fatal para los franceses la pérdida de Haití con su independencia en 1804, con abolición de la esclavitud y constitución con tres poderes públicos separados. Napoleón armó el ejército para conquistar el mundo y desboronar el imperio español, con los recursos del ciclo económico generado con la mano de esclava haitiana. España comenzó a perder su imperio cuando descuidó este espacio geopolítico, no en balde, después que se pudo contactar el impacto popular del presidente Chávez en la isla, aquellos del norte, no dejaron escapar la primera oportunidad para desembarcar sus marinos allí, siempre en nombre de la paz y el orden.
El tema es que la historicidad de los objetivos políticos se vislumbra desde una visión estratégica de la Historia. En este sentido recordamos a l@s graduand@s que el objetivo histórico corresponde a la visión de una Historia liberadora, que se proyecta en los objetivos del actual plan de gobierno. Son ese nuevo contingente profesional que debe proyectar sus potencialidades en virtud de incorporarse a contribuir con su fuerza personal hacia el logro de grandes objetivos: La Independencia Integral.